El otro día parada en el balcón de mi casa mirando el atardecer, vino mi esposo a darme un abrazo, nos quedamos juntos mirando el paisaje, y cuando quiso irse le dije: espera, congela el momento, vivamos un poco más esto que estamos sintiendo.

Cuántas veces nos pasa en nuestras ajetreadas vidas, que casi no sentimos ningún momento y nos cansamos de oír que debemos apreciar las cosas simples de la vida, pero vemos que en nuestra vida no cabe esa frase, tenemos tantas cosas que cumplir: el trabajo, la familia, la pareja, los hijos, los problemas, las deudas, la soledad, el calentamiento global y un sin número de cosas que pasan por nuestra cabeza, que el solo hecho de repasarlas aumenta nuestra ansiedad.

Y al final de un ciclo cuando hacemos evaluaciones, es el momento perfecto para repasar que estamos haciendo con nuestra vida personal y profesional, estamos poniendo las prioridades correctas para tener ganas de congelar más momentos? De querer vivir intensamente uno de ellos y alargarlo lo más que podamos?

Recordemos que todo está en nuestras manos y ya al cierre del 2014 es buen momento de echar una mirada al año que acaba, pero como se ve a través del retrovisor del auto mientras conducimos, una mirada corta al pasado para ver aprendizajes y coger energía para el futuro, para el 2015, para hacer de este nuevo año que comienza un libro lleno de historias de éxito que te  sirvan de impulso para conseguir cosas más y más grandes.

Que el 2015 sea el mejor año de tu vida personal y profesional y que la prosperidad y abundancia se manifiesten de muchas maneras en tu vida.

Solo tienes que soñarlo para plasmarlo en tu realidad.

Feliz Año 2015