El dolor quema tus ojos y sin embargo, la vida sigue

Sabemos que las cosas no son color de rosa siempre y aunque tratemos de crear sistemas para arreglarnos la vida, ésta siempre se encarga de sorprendernos y enfrentarnos a nuestros más profundos miedos y a problemas que nunca siquiera lo imaginamos. Creemos que las cosas malas solo les suceden a otras personas y cuando llega el momento, cuando nos toca a nosotras, se nos cae el mundo, todos nuestros planes se vienen abajo y todo lo que trabajamos por tanto tiempo pasa a un segundo plano.

Aunque el dolor queme tus ojos, debes continuar

Aunque el dolor queme tus ojos, debes continuar

La mayoría de mujeres tendemos a deprimirnos como respuesta al dolor y si bien, es hasta saludable llorar por un tiempo para asimilar las malas noticias, también es cierto que la vida sigue, que todo continúa su marcha y nos exige que nos subamos en esa ola, pero a nosotras solo nos provoca llorar y desaparecer, quizás algunas busquen ayuda y apoyo en familiares y amigos y otras preferirán aislarse para vivir su dolor a solas.

Recuerdo a un amigo que solía decir: ¿Por qué quieren estar felices siempre, entiendan que es natural que hayan altibajos, y yo pensaba, hombre al fin, tratando de aplicar su filosofía práctica hasta para los sentimientos.

Conozco a muchas mujeres valientes que a pesar de las malas noticias, lloran y se deprimen por un momento, pero que al día siguiente se levantan y regresan a sus trabajos, no como si nada pasara, pero sí, dispuestas a intentarlo, a continuar con la vida porque así lo requieren las obligaciones a las que se comprometieron. Y yo pienso, cómo se puede hablar y sonreír, cuando por dentro sólo se quiere llorar?