Metas cumplidas. El sabor de la satisfacción de conseguirlas

Cada vez que nos detenemos a realizar evaluaciones de periodos, usualmente al final de año, es común tener sentimientos encontrados, por un lado la alegría de cumplir las metas, de lograr tus objetivos y reforzar tu autoestima profesional y por supuesto personal y aunque existen también los sentimientos de fracaso cuando no cumpliste algo, esto para lo único que sirve es para sentar aprendizajes y ajustar la estrategia.

Metas Cumplidas

Es bueno revisar qué tanto nos estamos desgastando en el intento. Es posible que al no estar alineadas a nuestras prioridades, estemos haciendo esfuerzo en vano.

En las empresas, es muy importante revisar y analizar los logros individuales y de equipo:

  • Las experiencias vividas
  • Ver como se han acoplado los miembros del equipo
  • Qué actividades fomentaron la integración y la orientación al logro
  • Qué actividades no contribuyeron a consolidar el equipo
  • Quienes fueron líderes de mandos medios, cómo se desempeñaron
  • Cuáles fueron las decisiones asertivas que facilitaron la resolución de conflictos
  • La asignación de recursos a los proyectos fue acertada? Se tuvo un margen aceptable de desviación?
  • La planificación contempló un tiempo adecuado para manejar los imprevistos?
  • Fuiste más eficiente y productiva?
  • Manejaste el estrés de forma adecuada, las presiones del día a día no lograron cambiar tu buena actitud?

Estas y otras preguntas es importante plantearnos antes de realizar la planificación del año siguiente, recuerda que lo importante es ir aprendiendo en el camino y equilibrando todas las áreas de tu vida.

Cuando consigues logros profesionales, por supuesto vas haciendo una carrera que apunta cada vez más alto, pero debes estar atenta en ver cómo impacta este éxito en las otras áreas de tu vida, cómo estás afectando a tu familia, pareja, amigos y a ti misma.

No basta ser muy exitosa si tu salud está cayendo en picada o estás a apunto de una separación o tus hijos te reclaman tiempo. Ser exitosa está muy bien, pero ser eficiente y mantener el equilibrio te dará más satisfacciones de las que imaginas.

Así que disfruta el camino y detente a saborear el logro y extenderlo lo más que puedas.

Espero que el 2014 haya sido un año productivo y signifique el haber subido un escalón más en todos los ámbitos de tu vida, y si no, pues evalúa y haz de este año el mejor tiempo de aprendizajes que te sirvió para ajustar tu estrategia y llegar más rápido al éxito en el 2015.

Mujer exitosa, recuerda que tu vida está en tus manos, tu actitud determinará tu éxito.

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